Todo jugador espera y sueña desde la primera vez que pateó una pelota con la hora del debut en primera división. El pibe Gustavo Suardíaz no fue la excepción y desde hace dos años y medio forma parte del plantel de Los Andes a la espera de que un entrenador le dé el visto bueno para salir a la cancha en un partido oficial.
El sábado frente a Estudiantes de Buenos Aires en Caseros el momento tan esperado llegó; sin embargo, no como había soñado. “No pude dormir en toda la noche porque cometí la falta que terminó en el empate de ellos”, comentó el volante de 22 años.
En las crónicas deportivas del partido que marco su bautismo de fuego, esas que las madres de todo jugador recortan y guardan como un tesoro, aparece el siguiente cóctel de datos: entró a los 31’ del complemento en lugar de Daniel Vega para darle más equilibrio a su equipo y contener el avance rival, a los 40’ cometió una falta en el borde del área grande a Lucas Martella y tan sólo un minuto después ese tiro libre terminó en el gol de Juan Martín que decretó el 2-2 final. Un debut como para no olvidar.
En diálogo con Info Región el volante reconoció que tras el partido “fue una mezcla rara, estaba contento por el debut y al mismo tiempo fastidioso conmigo mismo porque hice esa infracción”.
“Lamentablemente, por eso no se pudo ganar un partido que era muy importante para nosotros por eso –repitió acongojado-, pero bueno, son las cosas que tiene el fútbol y no tengo que bajonearme justo ahora. Por suerte tengo compañeros muy buenos que me apoyaron en todo momento”.
Suardíaz llegó a Los Andes hace más de díez años y tras realizar todas las divisiones inferiores en el club fue promovido al plantel superior durante la primera conducción de Juan Carlos Díaz. Sin embargo, ni con el ‘Nene’ ni luego con Eduardo Pizzo tuvo la chance de saltar a la cancha en un cotejo oficial.
Con el primero tan sólo ocupó un lugar entre los suplentes en la derrota por 3-1 ante Platense en la primera etapa del DT; mientras que con el ‘Tano’ su suerte no cambió demasiado: calentó el banco en el último Apertura en el empate en uno ante Italiano y en la derrota (1-0) ante Comunicaciones.
“En ese momento estuve cerca pero no se dio, por eso ahora siempre voy a estar agradecido a Mario (Rizzi) porque fue el técnico que me dio la oportunidad que estoy esperando desde hace tiempo”, comentó el jugador.
De cara al futuro, tras haber dado el primer paso el pibe se entusiasma ahora con seguir siendo considerado por el entrenador, ganarse un lugar entre los habituales 16 y, “de a poco”, un lugar como titular.
“Ojalá se me dé en algún momento, para eso trabajé siempre y voy a seguir haciéndolo”, concluyó Suardiaz.
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