“Todavía podemos ser campeones, ganando los siete partidos que quedan se puede conseguir el título. Ese sigue siendo nuestro objetivo y, por eso, hoy hay que ganar como sea”, aseguró pleno de optimismo el defensor Jorge Balanda en la previa del partido que esta noche desde las 21.35 jugarán Los Andes y Defensores de Belgrano.
A siete puntos del líder, Almirante Brown, y con una racha de tres empates al hilo que cortó su vertiginosa escalada en la tabla el conjunto lomense buscará en su visita al Dragón una victoria que le permita retomar el sueño del campeonato.
Sin embargo, la parada no será nada fácil ya que no sólo tendrá enfrente a un rival que viene bien y también pelea arriba, sino que, además, llegará diezmado por lesiones y suspensiones.
Del equipo “base”, que tantos resultados le trajo al entrenador Mario Rizzi, no podrán estar Mauricio Di Benedetto (seguirá Matías Maidana en su lugar), Gustavo Ruíz Díaz (está suspendido y en su lugar jugaría Guillermo Faría), Martín Castagnino (juega Jonatan Tridente) ni Enrique Colliard (por él ingresaría Gonzalo Bustamante, como en el último partido, y en caso de no llegar éste, Maxi Acosta).
Al respecto, el central lomense reconoció que “el equipo siente la ausencia de los jugadores que están fuera y explicó que “fue por eso que el equipo no jugó del todo bien en las últimas fechas”.
En tanto, al ser consultado sobre el complicado partido en tierras de Defensores, el ex Temperley y Atlanta destacó: “Es un rival muy difícil que se hace fuerte de local. Para este campeonato se rearmó muy bien y por eso esta donde esta en la tabla”.
“Pero igual estamos tranquilos porque sabemos que si recuperamos el nivel de hace un par de fechas podemos ganar. No hubo mucho tiempo para trabajar después del último partido pero somos conscientes de las cosas en las que debemos mejorar”, afirmó el “Facha”.
La de esta noche es sin dudas la última chance del Milrayitas de seguir en la conversación por el título y, al mismo tiempo, una gran oportunidad para acercarse al objetivo más cercano: el Reducido.
De ahí que, después de tres empates con sabor a derrota, frente al Dragón no sólo estén en juego los tres puntos sino también buena parte de lo que será el futuro del equipo.